mi historia
todo empezó cuando me atreví a soñar
conoce la diseñadora
Que cuestionó sus creencias,
mejoró el trato que se daba a si misma,
consiguió paz mental
y se reconcilió con su felicidad
Nació y creció en Caracas. Carla era una joven dulce y compasiva y siempre quiso dejar una huella positiva en aquellos que la conocían. Desde niña luchó con su sobrepeso y desarrolló la mayoría de sus inseguridades por ello. Como cualquier adolescente, la llamaba la aventura que el mundo tenía por ofrecer. La obediencia que la caracterizó en su niñez se esfumó en sus tiempos de universidad y su rebeldía la mantuvo distraída por años.
Estudió ingeniería sin éxito, hasta que estudió diseño gráfico y su interés por evolucionar regresó. Con el paso del tiempo, se convirtió en una obsesión con la perfección. Se hizo presa de todo lo que debía lograr y sus expectativas acabaron con su tranquilidad. Estaba demasiado preocupada por sus problemas, a los que volcó toda su atención. El éxito siempre lo vio a kilómetros. Perdió el amor por su profesión y creyó que no sería suficiente jamás.
tocó fondo
Sus inseguridades la casaron con la imagen de lo que debía ser, hasta que no reconoció a la miedosa mujer en la que se había convertido. Solo pudo cuestionar todo lo que había creído.
usó su caída...
para volar alto
Sabía que podía hacer cualquier cosa. Decidió evolucionar cada día. Libro tras libro, curso tras curso, pregunta tras pregunta, hasta que consiguió lo que le trae profunda felicidad.
escribir y enseñar.
En los últimos meses de embarazo sufrió su peor lucha emocional y su nueva responsabilidad la movió a cambiar. Ahora era un ejemplo para su hija y no podía ser un manojo de inseguridades y negatividad.
Dejó sus compromisos laborales para detenerse por primera vez. Cuestionó su vida y decisiones, mejoró sus hábitos, calmó su mente y sanó su espíritu. Se había perdido y buscó hasta que se encontró. Cuidó su cuerpo, atendió a su cerebro y consiguió una fuente inagotable de motivación.
Sabía que el próximo paso era evolucionar para convertirse en la mujer extraordinaria que siempre pudo ser. Sus tareas diarias incluían cuatro horas aprendiendo en cursos online, dos horas leyendo y dos horas escribiendo. Todos los días por seis meses, invirtió todo su tiempo y energías en ser una mejor versión de ella misma cada segundo de su vida.
Se enamoró de su nuevo estilo de vida y adoptó permanentemente muchos de los hábitos que marcaron el cambio personal mas impactante que vivió.
todos los días son un regalo de razones para llenarse de felicidad
